Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

jueves, 10 de marzo de 2011

A sabiendas...

Hoy ha sido uno de esos días en los que una extraña sensación te acompaña desde que te levantas hasta que te acuestas,  una extraña sensación que no es sino la mezcla de innumerables sentimientos enfrentados que fluyen a la vez por tu pensamiento alejándote de la realidad, tomando distancia por un momento...Y si, llegas a una conclusion, todo está hecho un desastre y vamos de mal en peor, la ausencia completa de esperanza se respira en el aire, en cada persona que se arrastra como un saco de huesos movido por los hilos de un titiritero que nos maneja desde fuera, haciendo con nosotros lo que le place sin que nadie muestre el más mínimo interés en pararlo.

Vivimos inmersos en una crisis bestial que, sorpresa, no es sólo económica, de hecho es posible que la economía sólo suponga una mínima parte de esta crisis. Estas no son afirmaciones vacías de sentido, o es que acaso no hay cada día más gente, jóvenes y no tan jóvenes, con su interior tan vacío como su corazón que espera con ansia el momento de torturar su hígado para acallar sus adormecidas conciencias y viajar a ese palacio de marfil que otros construyeron con versos para volver súbitamente a la realidad y que se sientan impotentes viendo la vida pasar sin nada más.

Podría seguir ya que evidentemente estos sujetos pueden dar gracias, ellos no están tan jodidos como otros, podría ser infinitamente peor, pero no es mi intención ahondar en la herida abierta de esta sociedad enferma y devastada, mi intención es simplemente gritar BASTA. Basta ya de tanta pasividad, de tanta vagueza, de tanta caradura, si hay alguien que tiene que luchar por lo nuestro somos nosotros mismos, basta ya de tanto inmovilismo, parece que la sociedad vive sedada, nadie grita, nadie da el primer paso de quejarse y pedir cambios urgentes, que los que piden apretones de cinturón no vivan como reyes con el dinero de otros, que dejen de estafarnos y de robarnos, vale ya. Es muy fácil quejarse un día, salir a la calle con pancartas y entonar tres o cuatro cancioncillas sin saber ni siquiera contra quien van dirigidas, pero no es esa la protesta que planteo. La protesta que planteo va más allá de alzar la voz en sentido literal, esta protesta va de alzar la voz sacando lo mejor de nosotros mismos día a día, esforzándonos por ser mejores personas, mejores amigos, mejores familiares... en definitiva superarnos a nosotros mismos y poniendo esa luz que mate y remate de una vez al país de la pandereta, la prensa rosa y la corrupción.  No es fácil pero lo más valioso en la vida nunca lo es y sólo hay una vida para esforzarse en ser la mejor versión de uno mismo.

No ande por ahí diciendo que el mundo le debe sustento. El mundo no le debe nada. Estaba aquí antes-Mark Twain

1 comentario: