El ver que tú sonríes
en tus condiciones,
que te metes conmigo
por mis indecisiones,
que disfrutas cada instante,
que no pierdes las ocasiones
para decir te quiero, te amo,
o bromear o tener conversaciones
sobre nada en concreto
y sobre mil situaciones
que en nada parece importante
pero te mantiene con ilusiones…
El ver que son absurdas
las preocupaciones
que tenía por gigantes
en imaginaciones.
El ver que por tonterías
pensaba en depresiones
y que tú te aferras a la vida
con coraje, y tomas decisiones
de luchar contra la muerte
que se pega a tus talones,
y ver que vuelves otro día
a reírte…sin importarte.
Me has enseñado
a valorar cada instante,
a pensar en avanzar,
en mirar sólo adelante,
a no depender del pasado
y a vivir en el presente.
En tener en cuenta el futuro
sólo para lo que conviene,
en recibir con sonrisas
las puñaladas que te vienen,
y a vivir, vivir y vivir.
Y a decir te quiero a quien quieres.
Como querría que no fueses tú
quién me diese estas lecciones,
que las aprendiese yo sólo
sin necesidad de profesores,
y que no tuvieses que sufrir
para que yo aprendiera estas razones
para amar la vida y a las personas
y lo que cada uno tiene.
Pero al menos prometo aprender
y mejorar y ser más fuerte,
por el modelo de que me sirves,
por el ejemplo que me eres.
Es la segunda vez que escribo, jajaja. Decirte que es precioso y que debes memorizar todo lo que aprendas en esta planta y en toda tu vida profesional.. Aprende de los débiles, de los desfavorecidos, de los que parece que tienen poco que darnos pero nos dan lo más importante: su esperanza. Nunca lo olvides: carpe diem! Déjate llevar por tus sueños aunque a algunos les parezcan locos y vive cada momento porque es un regalo. Regala momentos a los que te rodean y acepta los regalos de ellos.
ResponderEliminarSigue implicándote así. Serás bueno.. y no, no es un error implicarse.. es un don.
Un beso, pez