Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

lunes, 24 de octubre de 2011

El país de la cobardía

Estoy cansado de tantos cobardes. Cansado de los mentirosos que tienen demasiado miedo como para afrontar la verdad, o a las personas a las que se la tienen que decir. Cansado de los cobardes que se esconden tras la hipocresía por miedo a explicar lo que de verdad sienten o piensan. Cansado de los políticos que roban a los que confiaron en ellos y son tan cobardes como para echarle las culpas a la crisis y los "especuladores".
Hay cobardes en televisión, en la calle y en la policía. Hay cobardes entre los que nos protegen, los que nos informan y los que nos ayudan. Pero sobre todo hay un tipo de cobardes que me molestan por encima de todos los demás. Son los cobardes que necesitan provocar el miedo en los demás para no afrontar el miedo que deben de tener ellos mismos al mirarse al espejo y ver en qué han convertido sus inútiles vidas. Fantasmas de algo que pudo llegar a ser una persona que comprenden que sus teorías son tan insostenibles que intentan imponerlas mediante la violencia y los asesinatos. Seres que se creen valientes por ser capaces de empuñar un arma contra una persona inocente cuyo único crimen es ser de un país o tener un trabajo de Guardia Civil. O simplemente estar comprando en un centro comercial un día cualquiera.
Muertos vivientes, sanguijuelas de una sociedad que se ha visto golpeada una y otra vez por un grupo de niñatos chulos y prepotentes que durante años nos han atormentado, a algunos de nosotros durante toda nuestra vida. Antipersonas descerebradas que se han dedicado a grabar vídeos "enseñando" a otros niñatos como ellos a matar a personas que valen diez mil veces más que ellos, infinitas veces más.  Esos, que tras chantajear y chulear a la sociedad durante tanto tiempo, tras intimidarnos con su sombra, ahora se escudan en pactos políticos que ninguno conocemos, pactos que han firmado con los mismos cobardes que los han dejado en libertad, que han cedido a sus exigencias, que les han permitido formar un partido político. Los mismos cobardes que en un mes se juegan seguir robándonos a todos los españoles durante otros cuatro años. Me pregunto que habrían hecho si los muertos hubiesen sido sus padres, hermanos y amigos.

Esta entrada es por todas aquellas personas que han sufrido el asesinato de un ser querido por esos asesinos y que ahora sufren de nuevo al ver como su gobierno negocia con ellos. No sufro la rabia que vosotros, pero sí la de todas las personas que quieren proteger su derecho a vivir sin miedo.

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