Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

sábado, 14 de mayo de 2011

Un destello de felicidad

Hay momentos, circunstancias en la vida que te hacen plantearte si realmente estás aprovechando al máximo todas las oportunidades que tienes para realizarte como persona, para sentirte orgulloso de ti mismo.  En multitud de ocasiones andamos tan preocupados con asuntos rutinarios o con proyectos tan a largo plazo que nos agobian y nos impiden ver la grandeza de las cosas pequeñas, de esos detalles que aunque objetivamente no sean ni espectaculares ni especialmente llamativos pero hacen despertar en nuestro interior esa chispa.

Pero, ¿ cuántas veces la falta de tiempo nos empuja a despreciar todas estas magníficas situaciones?. Quizás nuestra incapacidad para comprendernos a nosotros mismos nos impulse a depositar todos los buenos propósitos y esperanzas en proyectos futuros que una vez que se alcanzan se proponen otros y así llega un punto en el que la existencia humana se convierte en una perenne espera. Es extremadamente triste el desprecio que a veces se tiene por el presente, con esto no quiero defender la postura vital de Carpe Diem,  pero tampoco se puede vivir anestesiado por unos planes futuros que nunca llegarán, básicamente porque eso no es vida. 

Muchas veces es bueno olvidarse a posta el reloj en casa y estar unas horas pensando simplemente en disfrutar, pasear sin un rumbo fijo, descansar en una plaza hablando con amigos… hay miles de alternativas, miles de posibilidades para sacar nuestra vida de esa rutina, esos patrones que a veces nosotros mismos nos marcamos y sencillamente ser felices. Y yo ya sé que sólo quiero pasar mi tiempo con las personas que me hacen sentir de esta manera.

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