Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

sábado, 14 de mayo de 2011

Deslibertad de expresión

Vivimos en un país democrático, libre, en el que nadie es esclavo de nadie y cada uno puede expresar lo que piensa y siente, siempre y cuando no atente contra la libertad de los demás. Un país en el que se respetan las opiniones, y a las personas que opinan. Un lugar en el que no te discriminan ni te insultan. Un país para ser irónicos o morirse de asco.
Me da pena ver como la gente, en vez de defender sus argumentos, intentan derrumbar los del otro insultándolo. Me asquea que se rían de alguien por ser de una religión (por ejemplo cristiano), o por votar a un partido político. Me provocan arcadas todos los que se ríen de los demás por no opinar como ellos, y más si lo hacen respaldados por la mayoría, que como ellos, no son más que un puñado de ineptos que sólo alcanzan a opinar lo que los medios dicen, impulsados por el régimen que exista en ese momento, llámese PSOE, PP, Franco, Zp o quien sea.
He visto a un niño llamar facha a otro por llevar la camiseta de España, y después colgar la bandera del balcón por el mundial de fútbol. Y ya no sé cuántas veces he dicho "tonterías" tan sólo porque mi opinión no era la de El País o El Mundo. Pero es que ni siquiera sé cuándo fue la última vez que vi una noticia con crítica, con opinión de verdad.
Lo único que han conseguido es que existan dos grupos de personas; las que hablan llenándose la boca con palabras repetidas de una marioneta, y los que callan por miedo a meterse en problemas. ¡Qué diferente a la época de la dictadura!
Menos mal que aún podemos decir a veces lo que pensamos...aunque tenga que ser a través de un blog.
Al final sólo pude ser irónico dos frases...antes de morirme de asco otras muchas.

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