Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

viernes, 27 de mayo de 2011

29 de mayo de 2009

Quizás porque fueron muchas emociones juntas en apenas unas horas, quizás porque marcó el comienzo de una etapa totalmente nueva y cerró otra que ya cansaba, quizás porque he llegado a la conclusión de que el tiempo nos acaba poniendo a cada uno en el lugar que nos corresponde,  este  29 de mayo se merece una reflexión.

Fueron muchas cosas y sobretodo muchas personas que dejé atrás hace dos años, algunas de forma totalmente voluntaria e intencionada (debo reconocer que me alegro por ello) pero otras tantas se resistieron a mi voluntad de conservarlas, pero hoy miro al pasado y pienso, qué más da. Y francamente, da igual, me siento rodeado de personas maravillosas allí donde voy, mantengo amistades que surgieron hace tiempo y he tenido la fortuna de que mi paso a la vida universitaria ha sido mucho mejor de lo que esperaba.  En menos de dos años, haber encontrado algunos compañeros a los que poder considerar amigos de los de verdad, no de los que se toman una cerveza un día,  es algo que no deja de sorprenderme de forma positiva, obviamente.

En ocasiones resulta imposible no mirar atrás y observar cuánto ha cambiado mi vida en tan poco tiempo, planes que parecían perfectos y se desvanecieron en el aire,  el hecho de haber dejado de ver a muchas personas importantes a diario, haber llegado a otro nivel muy distinto en todos los sentidos y más difícil… Pero es innegable, todo tiene sentido. Aunque suene a tópico no me arrepiento en absoluto de ninguna de las decisiones críticas para mi futuro que tomé en ese tiempo, hoy estoy seguro de lo que hago y hacia dónde me llevan mis pasos. También es posible que ahora suponga un esfuerzo extra el no ver a ciertas personas a diario, pero esto supone una muestra de voluntad por parte de todos por conservar las amistades, lo que las hace aun más fuertes, y aunque no los vea tan a menudo, hoy me siento más amigo de mis amigos que hace dos años.

Como en aquel día de 2009, en este texto se concentran muchas emociones  y temas muy personales que no son cómodos a la hora de llevarlos al papel. Sin embargo no podía pasar por alto la oportunidad de escribir sobre este gran día, que a todos los que lo vivieron conmigo estoy seguro de que también les resultó importante. Fue un día en el que me sentí inmensamente feliz y realizado, esa es la impresión que al final se queda grabada de forma más profunda. Evidentemente no es la única y otras muchas no tan buenas también permanecerán en la memoria, pero cuando el cambio de una etapa antigua a otra es un cambio a mejor, uno tiende a conservar los mejores recuerdos de la antigua y sin duda mi mejor recuerdo es el de ese 29 de mayo, y puedo asegurar que lo guardaré siempre.

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