Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

martes, 5 de noviembre de 2013

120

 
Ese número no representa los días que llevo sin escribir (o al menos no creo que sea un número tan preciso). Tampoco es el número de entradas que llevamos publicadas. Es el número de horas de los últimos días, de los últimos cinco días. Y me es relevante por todo lo que he vivido en ellos.
 
Para los que no lo sepan, desde el jueves hasta hoy he vivido (además de Halloween) mi cumpleaños y mi santo. Y he tenido la suerte y el placer de poder compartirlos con amigos, familia y con mi personita especial.
 
Tuve además la suerte de que mi hermana pudo venir a pesar de su trabajo, mi compañero de escrituras de su máster y nuestro "Hello Kitty" particular del otro lado del mundo. La sorpresa fue tremenda cuando el sábado, después de tirarme casi una hora con los ojos vendados, me encontré a aquellos con los que compartí mis 21 esperándome delante de una nave en un polígono cualquiera, para compartir conmigo mi primera sesión de Laser Tag a lo bestia, algo que siempre he querido hacer.
 
La sesión de Los Miserables (que me pareció de las mejores representaciones que he visto en mi vida) y la comida del domingo en el parque del Alamillo completaron unas 24 horas en las que mi novia volvió a sorprenderme organizando algo maravilloso, mis amigos respondieron por estar conmigo y mi familia estuvo todo el tiempo conmigo.
 
Algo que se completó hoy mismo, cuando mi tocayo hizo que toda la clase de ciclo nos felicitase por nuestro santo, para terminar la lista de personas que se han puesto en contacto conmigo los últimos días para desearme lo mejor.
 
Y esa gente ha sido lo que más quiero destacar de todo.
 
En este año he estado acompañado de muchas personas que quiero seguirlas teniendo a mi lado, en mi trabajo, en mi casa, en los partidos de fútbol de las tardes de los viernes, en el gimnasio. He crecido como persona, enfermero y espero que como novio y amigo, he vivido malos y sobre todo buenos momentos, he confiado y han confiado en mí. Personas que me han demostrado que están ahí para ayudarme, y espero haber podido ofrecer la misma sensación a todos ellos. Y seguirlo haciendo.
 
También encontré, por supuesto, personas que se han apartado de mí, que me han demostrado que no quieren formar parte de mi futuro, en mayor o menor medida. Pero a ellos no quiero prestarles demasiada atención. Porque al fin y al cabo, merece más la pena pensar en los que te quieren que en aquellos que no quieren saber nada de ti.
 
Evidentemente, esta entrada no está trabajada en lo estético ni en el contenido. No es una queja, o un comentario sobre algo que he escuchado o visto. Es un agradecimiento, no a mis lectores si no a mis amigos, a mi familia y a mi novia, a los que han decidido que les importaba como para llamarme, whapsappearme, comentar mi muro o simplemente compartir conmigo un rato de esas últimas 120 horas.
 
Los que no lo habéis querido hacer (quito a alguno que no haya podido) no tengo nada en contra de vosotros, evidentemente, pero esta vez no os doy las gracias. Otra vez será supongo.
 
Pero tenía que agradecer a todos aquellos que lo han preparado, que han gastado su tiempo y su dinero, en hacer que este fin de semana haya sido, y así lo recordaré, uno de los mejores de mi vida. Muchas gracias por estas 120 horas.

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