Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

jueves, 23 de febrero de 2012

Duerme

Duerme y sueña. Déjate llevar a ese mundo  en el que las cosas buenas ocurren y se hacen realidad, durante un momento o durante muchas horas. Ese lugar donde las cosas malas son sólo algo pasajero, que no seguirán al despertar.
Ese mundo, raro, ingenioso, donde todo es posible y tú eres capaz de todo, de amar, de luchar, de acabar con guerreros más fuertes y grandes que tú. Ese universo paralelo que se mantiene durante siete horas, tal vez ocho. Ese mundo que te absorve, y que repara tus fuerzas cuando lo necesitas.
Aprovéchalo, usa la mejor pastilla contra el dolor, la mejor medicina contra la pena. Mira por esa ventana. Duerme, descansa, déjate llevar. No te preocupes por lo que pueda pasar, allí estarán las personas a las que quieres cuando despiertes, y las que te quieren a tí. Allí estarán cuando necesites consuelo, apoyo o un interpretador de sueños. Cuando alguien tenga que calmarte en un mal sueño, o abrazarte para que el bueno sea aún mejor.
No temas. Sueña, sueña dormido. Y sobre todo, sueña despierto. Porque creer algo es el primer paso para que ese algo se cumpla.

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