Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

miércoles, 27 de abril de 2011

Carta de un soldado

Estoy aquí porque me dijeron
que así de tí cuidaba,
porque te iba a proteger
del mal que te acechaba.
Me alejé un mundo entero
pensando que ayudaba
a preservar tu felicidad
del miedo que se acercaba.

Me dijeron que ese miedo
sólo caía ante las armas,
que teníamos que luchar
y caer en las batallas.
Que debíamos vencer
los temores que nos asaltaran.
Matar a aquellos hombres,
o dejar que nos mataran.

Descubrimos que no era así,
como ellos nos dijeron,
que no eran buenos y malos,
que no eran guapos y feos,
ni ellos eran terribles
ni nosotros perfectos,
no todo es tan fácil,
no todo es blanco y negro.

No es fácil disparar
mientras miras a los ojos
de un hombre mientras descubres
que también sobre sus hombros
están los mismos miedos
y temores que en nuestros rostros.
Y piensas que estas dudas
deberían de ser de otros.

¿Por qué declaran las guerras ellos
y las luchamos nosotros?

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