Mi sangre en palabras.
Ríos de tinta que sueños surcaban,
Muertes, recuerdos, batallas
Y un lugar donde narrarlas

viernes, 8 de junio de 2012

Dar ejemplo


Hoy vivimos en un país en el que los partidos políticos que tienen el poder (sea cual sea su color, y mande en el gobierno, las comunidades o los ayuntamientos) compensa los millones que nos han dejado de deuda mediante la tijera y la sangría. En el que el Rey se va de safari y, según dicen las malas lenguas, de queridas mientras parte de la población tiene que hacer malabares para poder pagar la luz, el agua y la comida, que cada vez cuestan más.

En este país, el partido de la oposición se dedica a oponerse a todo lo que opine el gobierno, sin importarle siquiera si lo que va a decir es lógico o un saco de estupideces que arrojan como el que da de comer a los cerdos.

En este país, los bancos, nuestros representantes económicos, nos roban nuestro esfuerzo a base de intereses por los préstamos que no queríamos pedir pero que nos obligaron a solicitar después de inflar el precio de las casas. Mientras, cobran también de nuestros impuestos rescates multimillonarios, mientras sus directivos tienen sueldos de reyes.

Un país en el que los representantes de nuestra justicia roban, malversan y son condenados por todo tipo de delitos, junto a sus amigos políticos y banqueros. Y en el que los medios de comunicación están comprados y manipulados hasta el punto de que Italia parece el sumun de la libertad de expresión.

Vivimos en un país en el que esos son los que nos representan. Nos representan a nosotros, que somos el primer país en donaciones de órganos y que contamos con un sistema de donación de sangre puntero en el mundo.

Nos representan a nosotros, uno de los principales pilares de la Cruz Roja, de Cáritas y de miles de ONG y organizaciones de voluntariado. A nosotros, que en cada escuela tenemos planes de voluntariado, que en cada ciudad tenemos asociaciones para ayudar a niños autistas y con miles de problemas.

Nos representan a nosotros, los que limpiamos el Prestige en la “Costa da Morte” y el chapapote que liberaban los barcos en Algeciras mientras la Junta lo escondía del conocimiento público. Que nos volcamos en Lora con el terremoto y fuimos a Sumatra cuando el Tsunami.  

Nos representan a nosotros, que tenemos muchos de los autores inmortales de literatura y poesía, ellos que llegan a ministros sin tener estudios. Ellos que permiten que individuos como Dan Brown (si puedo, será la última vez que manche una entrada con su nombre) presente a nuestras ciudades como tercermundistas, decadentes y pobres, nos representan a nosotros, que participamos en estudios contra el cáncer, el VIH o el Alzheimer.

Lo único en lo que saben representarnos es en el palco de un estadio de fútbol, y aún allí dan la nota. No, donde saben representarnos es en los banquillos de acusados, las revistas de cotilleos y en la boca de todos los malhablados de Europa.

Qué pena que nuestros representantes no se parezcan un poco más a las personas a las que representan.

1 comentario:

  1. Te daría un aplauso virtual si pudiera, porque no creo que pueda añadir mucho más a lo que has dicho :)

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